Ante el reciente anuncio de la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) sobre el inminente, y ya confirmado, desabastecimiento temporal de remdesivir, hemos visto aparecer diferentes tuits de profesionales sanitarios (médicos, farmacéuticos de hospital y personal de enfermería), que han sido aplaudidos (con sus me gusta) y compartidos (con sus retuits) por muchos otros compañeros, en los que se cuestiona abiertamente la utilidad de remdesivir en la práctica clínica.

Tengo que reconocer que admiro el conocimiento que hace falta para poder realizar estas afirmaciones, así como la valentía necesaria para decirlas. Hablar claro es una virtud de la que por desgracia carecemos de forma generalizada en estos tiempos, a todos los niveles.

Pero dicho esto, a mí hay algo que me chirría y mucho.

Remdesivir tiene una autorización clara y concreta de la AEMPS (al igual que ocurre con la EMEA y la FDA), y además intuyo el esfuerzo que realiza para garantizar su suministro, en este contexto internacional tan complicado (solo hay que seguir los telediarios para entenderlo).

Por otro lado, quiero entender (porque no concibo que sea de otra manera), que tanto la AEMPS como la EMEA y la FDA deben tener personal especializado y sobradamente capacitado para valorar y recomendar las autorizaciones que finalmente se realizan.

Y esto es lo que me chirría, estas dos visiones contrapuestas sobre la utilidad de un medicamento, que además ni es inocuo, ni será barato cuando se pague.

Entiendo que vivimos en tiempos de “evidencia científica líquida”, y que si ésta se ha reforzado y ya permite cuestionar claramente la utilidad clínica de remdesivir, creo necesario que las sociedades científicas, en las que sin duda incluyo a la SEFH, deben posicionarse de forma clara y rotunda sobre la ausencia de utilidad, argumentando de forma adecuada dicho posicionamiento en base al conocimiento aportado por estos compañeros. Considero que es su obligación con la sociedad civil en general y con los pacientes covid en particular, además de con las instituciones sanitarias de nuestro país.

Y si no es así, si realmente no existe evidencia suficiente para cuestionar la utilidad clínica real de remdesivir en estos momentos, sinceramente creo que sobran esos tuits, todos, porque poco o nada aportan además de generar más incertidumbre aún de la ya existente en el resto de compañeros y profesionales sanitarios, y en los pacientes y la población general. Y creo que, nuevamente, las sociedades científicas, incluyendo a la SEFH, deberían ser quienes se posicionaran en este sentido.

No en vano, el principal valor de una sociedad científica es generar conocimiento.

Es mi opinión.

Javier

Ante el reciente anuncio de la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) sobre el inminente, y ya confirmado, desabastecimiento temporal de remdesivir, hemos visto aparecer diferentes tuits de profesionales sanitarios (médicos, farmacéuticos de hospital y personal de enfermería), que han sido aplaudidos (con sus me gusta) y compartidos (con sus retuits) por muchos otros compañeros, en los que se cuestiona abiertamente la utilidad de remdesivir en la práctica clínica.

Tengo que reconocer que admiro el conocimiento que hace falta para poder realizar estas afirmaciones, así como la valentía necesaria para decirlas. Hablar claro es una virtud de la que por desgracia carecemos de forma generalizada en estos tiempos, a todos los niveles.

Pero dicho esto, a mí hay algo que me chirría y mucho.

Remdesivir tiene una autorización clara y concreta de la AEMPS (al igual que ocurre con la EMEA y la FDA), y además intuyo el esfuerzo que realiza para garantizar su suministro, en este contexto internacional tan complicado (solo hay que seguir los telediarios para entenderlo).

Por otro lado, quiero entender (porque no concibo que sea de otra manera), que tanto la AEMPS como la EMEA y la FDA deben tener personal especializado y sobradamente capacitado para valorar y recomendar las autorizaciones que finalmente se realizan.

Y esto es lo que me chirría, estas dos visiones contrapuestas sobre la utilidad de un medicamento, que además ni es inocuo, ni será barato cuando se pague.

Entiendo que vivimos en tiempos de “evidencia científica líquida”, y que si ésta se ha reforzado y ya permite cuestionar claramente la utilidad clínica de remdesivir, creo necesario que las sociedades científicas, en las que sin duda incluyo a la SEFH, deben posicionarse de forma clara y rotunda sobre la ausencia de utilidad, argumentando de forma adecuada dicho posicionamiento en base al conocimiento aportado por estos compañeros. Considero que es su obligación con la sociedad civil en general y con los pacientes covid en particular, además de con las instituciones sanitarias de nuestro país.

Y si no es así, si realmente no existe evidencia suficiente para cuestionar la utilidad clínica real de remdesivir en estos momentos, sinceramente creo que sobran esos tuits, todos, porque poco o nada aportan además de generar más incertidumbre aún de la ya existente en el resto de compañeros y profesionales sanitarios, y en los pacientes y la población general. Y creo que, nuevamente, las sociedades científicas, incluyendo a la SEFH, deberían ser quienes se posicionaran en este sentido.

No en vano, el principal valor de una sociedad científica es generar conocimiento.

Es mi opinión.

Javier